Visita al Madrid más alboloteño

Conocer el fresco de la Batalla de la Higueruela y ver en el teatro a Juan Vinuesa han sido dos de los grandes atractivos de este viaje cultural

By Javier Milena

Acercar Madrid a Albolote ha sido el objetivo del viaje propuesto por la concejalía de Turismo los días 3 y 4 de diciembre, que ha permitido a un grupo de 50 personas conocer los atractivos de la capital del Estado con especial detenimiento en algunos relacionados con las gentes y la historia de Albolote.

Uno de estos tiene que ver con la Batalla de la Higueruela, ocurrida en Albolote en 1 de julio de 1431 y cuyo principal testimonio gráfico se encuentra en un gran fresco de la sala de las batallas del Monasterio de El Escorial.

“Desde la concejalía de Turismo venimos trabajando en la idea de potenciar nuestra identidad de pueblo como una localidad con tradición, historia y cultura y es en ese contexto en el que se enmarca este viaje”. “Poder admirar el mural de la Batalla de la Higueruela y hacer partícipes a nuestros vecinos de la importancia que tuvo este hecho histórico era algo que teníamos en mente desde hace tiempo y que explica por sí solo este viaje”, ha indicado el concejal de Turismo, Juanma Ocaña, quien se ha mostrado muy satisfecho con el resultado de esta primera experiencia en Madrid, “que ha sido la primera, pero no será la última”.

50 vecinos y vecinas de Albolote participaron en este primer viaje cultural a Madrid organizado por la concejalía de Turismo

Esa conexión de Albolote con Madrid se llevó a cabo a lo largo de dos intensas jornadas del primer fin de semana de diciembre. El domingo 4 el grupo dedicó la mañana a visitar con el apoyo de dos guías especializados el conjunto monumental del Monasterio de El Escorial, con especial detenimiento en el mural de la Batalla de la Higueruela, que llama la atención por sus espectaculares dimensiones y la profusión de detalles que ofrece de aquel brutal enfrentamiento entre moros y cristianos ocurrido en la falda de Sierra Elvira hace ya casi 600 años. Un acontecimiento histórico que forma parte de la heráldina muncipal de Albolote.

Teatro con Vinuesa

Mientras, la jornada del sábado 3 de diciembre se dedicó a recorrer algunos monumentos de la propia capital y a zambullirse en el gran escaparate cultural que ofrece en fechas prenavideñas. “Albolote es también un pueblo con mucha cultura y contamos con buenos embajadores de ello como el actor alboloteño Juan Vinuesa, por lo que otro de los grandes objetivos de este viaje ha sido arropar con nuestra presencia a nuestro paisano en una de sus funciones en un teatro de prestigio de Madrid como es el Teatro Infanta Isabel”, relata Ocaña.

Ese día el grupo asistió a la representación de la obra La Ternura en cuyo reparto participa Vinuesa junto a un destacado elenco de actores como Llum Barrera, Juanan Lumbreras o Natalia Hernández, entre otros. Una comedia galardonada con el premio Max de Teatro de 2019, que encandiló al público alboloteño

Al final de la función todo el gurpo tuvo oportunidad de interactuar con los actores y de aplaudir en primera persona a Juan Vinuesa, que se volcó con el grupo y se sintió muy emocionado. “Estoy súpercontento, ha sido todo un detalle esta visita y estoy muy agradecido”, expresó nuestro paisano. La foto de grupo en las tablas del teatro junto al reparto de actores con la presencia incluida del director de la obra, Alfredo Sanzol, da fe de ese momento tan entrañable e irrepetible.

Ese día Juan nos reveló que entre sus proyectos futuros están su participación en la película Campeones 2 y en la serie de Antena 3 "Amar es para siempre". ¡Enhorabuena!

Sobre las tablas del teatro, la concejala de Cultura, Toñi Guerrero, que participó como un vecino más en esta actividad, entregó a Vinuesa un trofeo con el nombre de Albolote en señal de reconocimiento y admiración.

“Este viaje se en enmarca en la idea de potenciar nuestra identidad de pueblo con tradición, historia y cultura”, explica el concejal Ocaña

El viaje ha resultado muy satisfactorio, tanto para la organización como para los participantes, y prueba de ello, según explica Ocaña, “es que todas las plazas ofertadas se completaron con rapidez e incluso se generó lista de espera, lo que nos da alas para pensar en programar de forma periódica este tipo de actividades y dar respuesta al interés que ha despertado”.